Rubén está haciendo los deberes; como se aburre, da la vuelta a su cuaderno y comienza a escribir la historia de piratas que tenía en mente. Lo que no sabía es que los piratas iban a cobrar vida y adueñarse de dos problemas y medio de matemáticas que tenía que resolver esa misma tarde. Él quiere recuperarlos, pero los piratas no parecen dispuestos a devolvérselos si Rubén no les enseña antes a contar, sumar, restar… Una historia divertida en la que se dan cita la aventura, la imaginación y la aritmétca.
La musicalidad de la lectura en voz alta combina con las ilustraciones en esta versión del clásico de Perrault. Élodie Fondacci adapta la historia llevándola a su terreno, el de la locución y la narración oral. En varios momentos el texto interpela al lector en un intento de hacerle partícipe. Éric Puybaret dibuja la historia en el mismo escenario y con los elementos tradicionales pero su estilo colorista y la elegancia de sus trazos al definir a los personajes renuevan el cuento.